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Es muy tradicional y viene de antaño que los vecinos de la misma calle, ahora en la actualidad las peñas y las cuadrillas de amigos, se junten el sábado siguiente al 17 de Enero (día de San Antón) y enciendan una hoguera. Antiguamente se celebraba la noche del 16 de Enero y cada vecino aportaba algo para asar de la matanza del cerdo o llevaba para compartir vino de casa. Pasaban una buena velada y después los más jóvenes del pueblo se recorrían las hogueras para saltarlas.
Por ser el patrón de los animales, éstos se bendicen al salir de la misa de ese día. Los vecinos se acercan con sus mascotas a la iglesia y el cura los bendice.
La mañana del 5 de febrero (día de Santa Águeda) se decora el altar que la Santa tiene en la iglesia con flores y se celebra la misa a la que acuden las mujeres del pueblo. Se bendice la torta que después se reparte entre todas las mujeres del pueblo. Desde hace unos años es tradición tomar un pica-pica todas juntas después de la misa organizado por la Asociación de amas de casa que lleva el nombre de Santa Águeda. También se celebra una cena de hermandad el sábado siguiente a la fiesta.
Pequeños y mayores se disfrazan individualmente o en grupo para recorrer las calles acompañados de la música y disfrutar de un día y una celebración llena de risas y buenos momentos. Los más pequeños tienen su fiesta con actuación, música, merienda y desfile de disfraces para elegir a los ganadores del concurso y después, toca el turno de los jóvenes y adultos que recorrerán con la música las calles y los bares, para recoger al protagonista de la fiesta de carnaval: Carnestolendas y al que se ajusticiará públicamente. Si resulta culpable, será quemado en la hoguera. Se le acusa de todo lo malo que ha pasado en el pueblo y entre todos se decide si se le declara culpable o inocente. Una vez ajusticiado, tiene lugar el desfile y concurso de disfraces de los adultos con una cena popular y una verbena posterior.
Denominada como la procesión del Santo Entierro, la procesión del Viernes
Santo por la noche, discurre por las calles de Alcolea en un silencio sepulcral y
recorren las calles los 9 pasos que escenifican la pasión y muerte de Jesús.
Son pasos que llevan a hombros los cofrades del Santo Cristo y los voluntarios
necesarios para cada uno de ellos que se sortean para saber cuál es el que va
a portar. Es una de las más importantes de Aragón por el número de imágenes
que salen en procesión y porque son llevadas a hombros. Desde la entrada en
Jerusalen hasta la madre Dolorosa como pasos y en último lugar las penitentes
descalzas y con cadenas en sus tobillos que cierran la procesión, acompañada
por la banda de cornetas y tambores y las autoridades locales.
El sábado siguiente al 25 de abril, los alcoleanos celebran su tradicional romería a la Virgen de Chalamera. Tradicionalmente se subía con tractores adornados con ramas de chopo y son pocos los que se atreven a subir en tractor en la actualidad, pero la tradición continua y las cuadrillas suben ya a desayunar y a coger sitio a la sombra para comer después de la misa y pasar un día de convivencia con los vecinos y amigos.
Una misa tradicional que preside el Santo y a la que muchos agricultores acuden con su tractor para bendecirlo y en la que la Asociación de Cazadores reparte torta bendecida para todos los asistentes. Hace unos años que se hace almuerzo popular en la plaza mayor con charanga para amenizar. Antiguamente se celebraba todo en el campo de fútbol donde se procesionaba con los tractores y también se subía al santo en un tractor. Alli después de la misa y la torta había jotas.
Durante los meses de verano se organizan distintas actividades al aire libre, especialmente en las noches de julio y agosto con una programación cultural-ludica para todos los publicos. Como por ejemplo el cine al aire libre.
Muy tradicional de este 14 de septiembre, día del patrón, es la misa de peregrinos a la que acuden gente de todos los pueblos de los alrededores y vienen andando. Es pronto por la mañana y luego se obsequia con un chocolate y torta.
Posteriormente, al mediodía con la banda de tambores y la rondalla se realiza la procesión y la misa mayor, organizado por la cofradía del Santo Cristo una de las más antiguas de Aragón. Acuden las autoridades locales y alrededor de este día discurren 4 días de fiestas en las calles y con actos para todas las edades: pasacalles, carrozas, actuaciones, baile, y sobre todo un gran ambiente festivo en las calles .
La Feria de Alcolea siempre se celebraba cada 4 de octubre y era lugar de encuentro de las personas de los alrededores para abastecer con productos sus hogares y la economía de subsistencia del mundo rural. Aperos de labranza, caballerías, ajos, carnés, harina, alfarería, ropa o útiles del hogar eran por entonces productos de primera necesidad en esa feria. Hasta que la modernidad y desarrollo fue entrando en las poblaciones y ferias como la de Alcolea de Cinca fueron desapareciendo en la segunda mitad del siglo XX. En los años 90 se volvió a recuperar y se celebra el primer fin de semana de octubre.
Por las principales calles de la localidad se distribuyen los puestos llegados de toda la geografía aragonesa y ofertan sus diferentes productos, desde quesos y embutidos de elaboración propia a objetos y utensilios artesanos hechos con las manos por parte de los artesanos. También hay demostraciones de oficios, demostraciones culinarias, todo, en un ambiente de fiesta con música de la charanga y de convivencia.
El domingo al mediodía se ha consolidado como el “Día de las paellas”. Cientos de vecinos reunidos por peñas o grupos compiten en el ya famoso concurso de paellas. Es una gran fiesta en la calle y que finaliza con una actuación mientras se toma el postre.
Los días previos al 1 de noviembre y como es tradicional se suceden las visitas al cementerio para poner flores a los seres queridos fallecidos y a los que se les visita y se celebra su festividad el mismo día 1. Pero con esta tradición, se está poniendo de moda una fiesta americana importada: Halloween. Muchos niños de la localidad acuden por las casas disfrazados de personajes terroríficos para pedir chuches y dulces. Un concurso de relatos de terror se une a este recorrido por el pueblo para hacer que los niños disfruten de diferentes tipos de actividades en los días señalados. Hay familias y hogares en los que por la influencia de las costumbres aragonesas, esa noche, la del 31 celebran la tradicional castañada y asan boniatos y castañas para compartirlas con familia y amigos. Antiguamente se salía a las calles disfrazados con harapos o ropas viejas de trabajo con la cara tapada para no ser reconocidos y pintada con carbón con una gran joroba y una vara . Este personaje aterrador se llamaba ”Caratapada” y perseguía a los niños asustándolos por las calles del pueblo.
Desde 1860, se celebra esta fiesta en recuerdo de un accidente ocurrido en el colegio en ese año el 25 de noviembre en el cual no hubo muertos ni heridos. Desde entonces se hace un pequeño peregrinaje al mirador de Santa Cruz con los niños del pueblo y una vez alli se realizan peticiones y mejores deseos. Se solía encender una hoguera y seguidamente se hacía una gran chocolatada para todo el pueblo. En 2019 se volvió a recuperar esta tradición que se habia perdido.
Unos días previos a las fiestas navideñas se procede al encendido del árbol de Navidad colocado en la Plaza Mayor y que habrán decorado todos los niños del pueblo y se inaugura el tradicional belén parroquial que monta tradicionalmente la Cofradía del Santo Cristo. Es un acto popular al que acuden todas las personas del pueblo y que con la plaza totalmente a oscuras se da paso a una cuenta atrás que al finalizar se encienden las luces de navidad y el árbol. Música y aplausos acompañan a este momento tan emotivo en el que da comienzo la navidad.
Durante estos días se realizan diferentes actividades para todas las edades: murales, talleres, actuaciones, cuentacuentos y además los niños de catequesis escenifican un belén viviente en la misa de gallo de la Nochebuena.