Poco a poco el sector ovino, propio de una ganadería extensiva ha ido retrocediendo, y lo que venía siendo una seña de identidad para este pueblo se está perdiendo poco a poco. Tan sólo queda una explotación de ovino.
En cambio, el sector bovino y especialmente el porcino, ha sufrido un incremento exponencial en la zona. La rentabilidad de esta ganadería así como el aprovechamiento de sus residuos como fertilizante, ha hecho que el número de estas explotaciones se haya incrementado de forma sustancial durante los últimos años.