Sin duda son el punto obligado de parada si se visita Alcolea de Cinca. Ofrecen dos puntos de vista: desde la base de los acantilados o bien por un camino que da acceso por la parte superior de la cortada.
Estos paredones “Cortados a cuchillo” como diría nuestro ilustre Ramon J. Sender, son un espacio donde las aves encuentran un hábitat idóneo para anidar o descansar por su aislamiento y protección frente a depredadores. Incluso el cernícalo primilla anida en estas paredes, cuando suele ser extraño verlo en este tipo de parajes.
Las aves más destacadas que se pueden observar en distintas épocas del año son el alimoche, el halcón peregrino, el Búho real, el cernícalo primilla, la collalba negra, el roquero solitario e incluso el treparriscos en los meses invernales.
También hay una importante colonia de vencejo real. La chova piquirroja, el gorrión chillón o el abejaruco son otras especies que podemos observar en estas asombrosas cortadas.